Cuando armamos esta sección, pensamos en escribir más o menos seguido, volcando noticias, pensamientos, información que podría ser de interés, y todo aquello que sirviera para mantener una comunicación fluida con nuestros amigos de internet.

Poco a poco la realidad nos va acorralando, y nos pone en aprietos obligándonos a ir postergando actividades que por más que nos gusten, quedan relegadas ante los compromisos laborales.Pero como la llama ha dejado brasa, una pequeña brisa enciende nuevamente el fuego y las ganas de escribir siempre están latentes. Por eso es que, aunque hay muy poco para contar, queremos seguir ofreciendo este contacto, donde a la vez que intentamos cumplir con la premisa, tratamos de escribir algo que sea de utilidad.

Por lo que a continuación les dejo una fábula que tiempo atrás había aprendido, con la intención de tener qué contarle a mis nietos.

Moraleja del OSO

 Un oso,

Con que la vida ganaba un piamontés,

La no muy bien aprendida danza

Ensayaba en dos pies.

 Queriendo hacer de persona,

Dijo a una mona, _¿qué tal?

Y respondiole la mona, _¡mal, muy mal!

_Yo creo _replicó el oso

_que me haces poco favor,

Pues qué, ¿mi aire no es garboso?

¿No hago el paso con primor?

Un cerdo que allí se hallaba, dijo:

_¡Bravo, bien va!

¡Bailarín más excelente no se ha visto ni verá!

El oso, al oír esto,

Sus cuentas echó entre sí.

_Cuando me desaprobaba la mona, llegué a dudar,

Más ya si el cerdo me alaba,

Muy mal debo de bailar.

 

Moraleja

Guarde para su cuidado esta sentencia, lector,

Si el sabio no aprueba malo,

Si el necio aplaude peor.